Pese a que el equipo de transición del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su deseo de invitar a la toma de posesión a todos los presidentes de los países con los que Brasil mantiene relaciones diplomáticas, incluyendo a Nicolás Maduro de Venezuela, la presencia del dictador caribeño no está garantizada en el acto.
Una medida emitida por el aún presidente Jair Bolsonaro de
2019, impediría el ingreso a Brasil del líder del régimen de Caracas. La
Ordenanza Interministerial número 7, firmada por los ministros de Justicia y
Relaciones Exteriores, «impide el ingreso al país de altos funcionarios del
régimen venezolano, que con su actuación contravengan los principios y
objetivos de la Constitución Federal, atacando la democracia, la dignidad de la
persona humana y la prevalencia de los derechos humanos».
Nicolás Maduro forma parte de esa lista basada en la
ordenanza. Ante esto, el grupo de Relaciones Exteriores y el que organiza el
Acto de la Toma de Posesión, estudian una alternativa para permitir la
presencia del dictador.
Creen que si Lula hace un pedido de revocación de la
ordenanza, Bolsonaro no respondería y la situación sería usada políticamente
contra el nuevo presidente.
Los integrantes de las comisiones de transición entienden
que momentáneamente Maduro no puede ser invitado, aunque Brasil no ha roto
formalmente las relaciones y sólo retiró diplomáticos de Venezuela. El país
gobernado de facto por Maduro sólo tiene una embajada en Brasilia pero sin
representantes de alto nivel.
En las próximas semanas deberá resolverse el malestar
diplomático que comienza a sentirse ante la propuesta de invitar a Nicolás
Maduro a la posesión de Lula.
Información de Diario O Globo