Con la publicación de la más reciente encuesta sobre la intención de voto para las presidenciales de Venezuela en el 2024, la líder opositora María Corina Machado encabeza el sondeo con un 54% de los votos, seguida muy de lejos por el actual mandatario Nicolás Maduro con apenas el 37% de los votos, según informa Datincorp.
Por su parte el 70% refleja un desencanto y decepción por
la política y los políticos en general, este dato resume una posición a la que
se ha llegado gracias a las incoherencias del liderazgo por una parte y a la
compleja situación económica que vivimos, cuyas consecuencias son aterradoras
en las cifras sociales del país y en los impactos migratorios que se
profundizan. No obstante, comienzan a aparecer «señales» en clave electoral en
el horizonte inmediato.
Aunque la desconfianza sigue siendo mayoritaria,
comienzan a aparecer algunos nombres que están reanimando la ruta electoral.
María Corina Machado, Benjamín Rausseo, Manuel Rosales, Henrique Capriles y el
propio Nicolás Maduro, comienzan a ser «referentes» en el debate político. El
aparecer con porcentajes superiores a los 10 puntos de intención de voto,
indica que ya se están gestando conexiones emocionales con la población y esto
deberá ir consolidándose en próximos estudios. Estas tendencias iniciales, pueden
abrir un «dique» de entusiasmo que vaya delineando a la figura del mundo
opositor con mayores probabilidades de capitalizar el descontento popular para
polarizar con la opción psuvista representada por Nicolás Maduro.
La opinión pública venezolana aporta un dato
extremadamente útil para la ruta política a seguir por los candidatos. «Buscar
soluciones negociadas con el gobierno» con un 67% de respaldo; «prioridad a la
crisis económica» un 87%; y el «levantamiento de sanciones» es respaldado por
el 78% de los entrevistados. Obviamente, las estrategias deben apuntar en esa
dirección de lo contrario, será muy difícil reducir la brecha de desconexión
popular actual. Acá se puede apreciar que el momento político parece alejarse
de las posiciones radicales si se quiere aspirar a mayores porcentajes de
apoyo. Los candidatos deben revisar acá sus niveles de «confianza y no
confianza» para indagar sobre posibilidades reales de polarizar en términos
candidaturales.
73% sigue evaluando negativamente la gestión presidencial
de Nicolás Maduro. En una situación de tanta adversidad como ésta, Nicolás debe
reinventarse. Es muy difícil obtener la reelección con 30% de apoyo popular.
Por ello ha sido el eje central de su estrategia dividir a los factores
opositores, pero no será suficiente esto. Va a necesitar «refrescar» su
discurso, reconvertirlo y ajustarlo para que pueda ser más inclusivo y menos
confrontación. Hasta ahora lo ha mantenido, pero con la evolución de estas
cifras, difícilmente podrá recuperar terreno con la misma estrategia.
Tres nombres hasta ahora despuntan en las encuestas y que
ratifica Datincorp, María Corina Machado, Benjamín Rausseo y Nicolás Maduro.
Aunque en relación al universo global de la opinión pública venezolana aún
representan pequeños segmentos, esto naturalmente tenderá a cambiar. Aquí juega
un rol trascendente la forma en que tengan para ampliar su «techo de
crecimiento», hacia dónde apuntan, cómo se mueven en el país y los apoyos que
puedan obtener con base a su narrativa electoral.
Importante destacar que las primarias comienzan a ocupar
un espacio importante de intención de voto y como mecanismo de catapulta del
planeta opositor. Probablemente todas las miradas se concentren hacia ese
evento que puede convertirse en catapulta o verdugo de quien las gane. Todo
dependerá de la transparencia y la actitud de ganadores y perdedores para
focalizar el paso siguiente. El estudio de Datincorp arroja demasiadas pistas
interesantes que, sin duda, nos van a ayudar a revelar lo que se viene.
Machado, fundadora del partido Vente Venezuela, con
estudios de ingeniería industrial y finanzas, ganó notoriedad a principios de
siglo como vocera de una asociación civil que promovió fallidamente un
referendo contra el expresidente Hugo Chávez Frías.
Entonces, como líder de Súmate, una reunión privada en la
Casa Blanca con el presidente estadounidense George W. Bush fue interpretada
por el poder ejecutivo chavista como una “provocación” y prueba de los vínculos
de la oposición con el gobierno norteamericano.
Generalmente crítica con la cúpula de los principales
partidos de oposición y desconfiada de la transparencia del sistema electoral
en Venezuela, Machado, de 55 años, confirmó a finales del año pasado su
candidatura a la primaria opositora de octubre próximo.
En entrevistas con la prensa y mensajes en sus redes
sociales, ha denunciado la presunta existencia de “cómplices” del chavismo y
corruptos entre la dirigencia de la oposición.