Francia Márquez, la vicepresidenta de Colombia, no quiso reconocer que en Cuba hay un Gobierno dictatorial, pero aseguró que en su país sí ha habido dictaduras.
En entrevista con la revista Semana, la segunda del
Gobierno de Gustavo Petro se negó a aceptar la afirmación de Vicky Dávila,
directora de ese medio, quien enfatizó que el pueblo cubano no ha podido elegir
su Gobierno.
"¿Pero por qué? O sea, ha sido una dictadura
bloqueada, dictadura como usted dice, pero no envía armas. Envía médicos. ¿Eso
no es de admirar?", respondió.
"¿Para usted es dictadura Cuba o no?", insistió
la periodista. A ello, Márquez terció: "Usted ha puesto el calificativo,
yo no lo pongo así. Yo respeto la autonomía de cada pueblo y la soberanía de
cada pueblo. Cada pueblo decide cómo se organiza políticamente".
Echando mano a la narrativa reiterada por La Habana, la
vicepresidenta aseguró que la responsabilidad de lo que se vive en Cuba es de
Estados Unidos: "No ha podido decidir porque ha estado bloqueado, ha
estado bloqueado por potencias. Por Estados Unidos ha estado bloqueado",
enfatizó.
"¿Usted sabe cuánto se quedó Fidel Castro? Eso es
una dictadura", volvió a la carga Dávila. "¿Aquí no la hemos tenido,
Vicky?", indicó Márquez en respuesta. "No, aquí hemos tenido
elecciones democráticas", respondió la periodista.
"¿Pero qué?", casi pierde la tabla la
vicepresidenta. "Con resultados donde la inequidad y la desigualdad es la
más grande del mundo... la dictadura y la democracia de un país no se mide solo
por lo electoral".
Dávila enfatizó: "Si fuera una dictadura usted no
sería vicepresidenta y el presidente Petro no sería presidente". Y Márquez
insistió: "No se mide solo por lo electoral, se mide por las
transformaciones sociales".
La funcionaria, quien fue duramente criticada tras su
reciente visita a Cuba, donde dijo que su Gobierno buscaba replicar el sistema
de salud de la Isla, aseguró que esas declaraciones suyas "fueron sacadas
de contexto".
Según ella, sus palabras fueron pronunciadas durante una
visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde hay alrededor de 1.000
jóvenes colombianos estudiando, quienes "están pasando situaciones
difíciles por el tema de la alimentación en Cuba, pero con sus sueños, llorando
y diciendo: 'vicepresidenta, aquí estamos, queremos ser los mejores para volver
a nuestro país y contribuir en la salud'".
Sobre sus alabanzas al sistema sanitario de la Isla,
enfatizó: "Yo dije que lo admiro, yo lo dije. Admiro el sistema de salud,
que apoyó profesionalizar, bloqueado y todo, a miles de ciudadanos, incluyendo
colombianos. Porque más de 1.000 se han formado allá y aquí no han tenido la
oportunidad, en nuestra nación y en nuestro país. Sí la han tenido en otra
nación bloqueada, o dictadura, como usted dice".
"Ojalá nosotros pudiéramos enviar misiones de
médicos a trabajar y a contribuir a la salud de otros", deseó.
Márquez evitó mencionar que las llamadas
"misiones" de La Habana le suponen ingresos millonarios, mientras los
especialistas faltan en hospitales cubanos y el sistema sanitario que atiende
al cubano simple está en crisis. Los médicos exportados han sido señalados por
relatores y expertos de la ONU, así como por grupos de derechos humanos, por
explotación laboral.
En su visita a la Isla, además, pidió que EEUU saque a
Cuba de su lista negra de estados que apoyan el terrorismo. Asimismo, desoyó
una petición del independiente Comité Ciudadanos por la Integración racial
(CIR) para que intercediera a su favor y en contra de la violencia política del
régimen.
Durante la entrevista, en la que la vicepresidenta abordó
distintos aspectos de su carrera política y vida personal, respondió a las
críticas que siguieron a la difusión de unas imágenes de su arribo en
helicóptero a su lujosa vivienda después de un presunto plan de atentado en su
contra.
En su defensa, dijo que "si fuera blanca y de élite,
no estuvieran haciendo escándalo, porque es normal. Es normal que a una persona
de élite, que nació en cuna de oro, la transporten en esos equipamientos y esas
aeronaves, pero no es normal que una mujer que trabajó en una casa de familia y
que ahora es la vicepresidenta de Colombia se transporte en eso. Pues de malas,
y lo siento".
"Perdónenme los colombianos por decirlo así, pero de
malas. Soy la vicepresidenta de este país, y mientras lo sea, el Estado tiene
la responsabilidad de brindarme todas las garantías de seguridad necesarias
para yo cumplir con mi tarea como vicepresidenta", enfatizó.
Con Información
del Diario de Cuba