El Gobierno de Colombia ha decidido dejar a un lado la
neutralidad en la tensión entre China y Taiwán para ponerse abiertamente de
lado del régimen comunista. A pocas horas de que el presidente Gustavo Petro
inicie su viaje a Estados Unidos para reunirse con su homólogo Joe Biden, se
conoció que todos los funcionarios públicos tanto en el ámbito nacional como
departamental y municipal recibieron una comunicación del Ministerio de
Relaciones Exteriores en la que se reitera el reconocimiento a la República Popular
China bajo el mando de Xi Jinping y se prohíbe apoyar a la República de China,
mejor conocida como Taiwán, constituida como una democracia que tiene
actualmente como presidente a Tsai Ing-wen.
“El Estado colombiano adhiere firmemente al principio de
‘una sola China’ reconociendo a la República Popular China y sus autoridades
como el único Estado legítimo. Por lo tanto, Colombia no mantiene relaciones
diplomáticas oficiales ni semioficiales con la región de Taiwán, China”, se lee
en la circular fechada el 20 de febrero de 2023 y que fue recibida el 23 de ese
mes por el Ministerio de Hacienda, según la versión filtrada.
La directriz impartida por el Gobierno de Petro bajo el
título “Relacionamiento con la región de Taiwán, China” enviada a todas las
entidades públicas del Estado pide los funcionarios públicos que tengan
presente lo siguiente:
“Como consecuencia de lo anterior, todos los funcionarios
del sector público del orden nacional, departamental y municipal deben
abstenerse de tener contacto, reuniones, y/o manifestaciones de apoyo con
funcionarios de la región de Taiwán, China”.
¿Pragmatismo
comercial o afinidad ideológica?
Si bien Colombia no forma parte de las 13 naciones que
actualmente reconocen a la República de China como un país, Bogotá mantiene
activas relaciones comerciales con Taipéi, al punto de que Taiwán aparece en la
lista de los principales destinos de las exportaciones y origen de las
importaciones.
La decisión del Gobierno de Petro, que prohíbe
oficialmente apoyar a Taiwán en el momento de mayor tensión y bridar un
espaldarazo al régimen comunista de la China continental puede no obedecer solo
a razones ideológicas sino también pragmáticas, considerando que en lo que va
de 2023 (enero y febrero para efectos estadísticos del DANE), el territorio
chino que tiene su capital en Pekín aparece como el segundo origen de las
importaciones, superado solo por Estados Unidos por una muy estrecha
diferencia, según las más recientes cifrasdel Departamento Administrativo
Nacional de Estadística.
La
estrategia de aislar a Taiwán
Vale recordar que Taiwán, oficialmente República de
China, llegó a tener el reconocimiento de 71 países luego de la victoria de los
comunistas en la China continental, donde Mao Zedong proclamó la nueva
República Popular China, mientras los nacionalistas del gobierno del
Kuomintang, liderado por Chiang Kai-shek se refugiaron en la isla, hoy
considerada una “provincia rebelde” por el régimen de Pekín.
Honduras, bajo la presidencia de la izquierdista Xiomara
Castro de Zelaya, ha sido el último país en quitarle el reconocimiento a Taiwán
para establecer relaciones diplomáticas con China, que ahora tiene puestos los
ojos en Paraguay para seguir dejando a Taipéi sin apoyo y así crear el
escenario geopolítico para invadir este territorio habitado por unos 24
millones de taiwaneses que tienen su identidad propia y, en su gran mayoría,
defienden su soberanía. La Nicaragua del dictador Daniel Ortega dio este paso
hace un par de años, sumando así Pekín otro aliado.
El pragmatismo comercial también llevó a Estados Unidos a
establecer relaciones diplomáticas con Pekín desde 1979, poniendo fin al
reconocimiento de Taiwán como la verdadera China. Sin embargo, Washington, al
igual que otros 46 países, entre estos Colombia, ha mantenido una relación
diplomática no oficial con Taipéi, que ha permitido el intercambio comercial.
En estos casos, las oficinas culturales o comerciales constituyen una especie
de embajadas o consulados que funcionan de facto, como es el caso del Instituto
Americano de Taiwán, que cumple esta función en territorio estadounidense.