Por muchos siglos, nuestra especie ha tenido cientos de conflictos en los que muchos de ellos se basaban en religión y ciencia, dos ramas de conocimientos muy diferentes entre sí, aunque, en la actualidad, esa creencia está cada vez más alejada de la realidad, llegando incluso hasta a trabajar de la mano.
Actualmente, la raza humana enfoca mucho de sus esfuerzos científicos y tecnológicos a alcanzar los confines del universo y descubrir los misterios que este esconde en su oscuro vacío, llevándonos a tener más información respecto a nuestro vecindario galáctico y las amenazas que hay en él.
Y son estas mismas amenazas las que ponen en jaque todo el conocimiento que se tiene a la mano, no obstante, la agencia, el país, o incluso, hasta la religión.
Y es así como la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, también conocida por sus siglas en inglés como NASA, ha tenido que pedir ayuda al Vaticano con una amenaza inminente a la Tierra.
La NASA ha confirmado la trayectoria y tiempo de un asteroide que se encuentra camino hacia la Tierra, este objeto espacial ya había sido observado con anterioridad, pero, estudios recientes revelan que su llegada podría ser antes de lo previsto.
Esta información es confirmada por la misión espacial OSIRIS-REx de la NASA, la cual fue específicamente lanzada con el fin de estudiar y llegar al asteroide Bennus para recolectar muestras e información de este, para después volver a la Tierra y que sea analizada por expertos.
El asteroide Bennu, un objeto espacial de al menos 500 metros de diámetro, lo suficiente para hacer un daño colosal a nuestro planeta, pero, aun a una enorme distancia de 200 millones de kilómetros. Este asteroide ya fue clasificado como uno de los más peligrosos y con probabilidad de colisión contra la Tierra.
Recordemos que los asteroides son objetos espaciales rocosos que se encuentran orbitando alrededor del Sol, de vez en cuando estos objetos rocosos se alinean con la trayectoria de la Tierra provocando un choque entre ambos objetos, esta situación es potencialmente peligrosa dependiendo del tamaño del asteroide, un ejemplo de ello es el mismo asteroide que aniquilo casi por completo la vida en el periodo cretácico de nuestro mundo.
Por esta razón, la misma NASA ha tomado la decisión de pedir la ayuda del Vaticano, puesto que, este desde hace más de un siglo posee uno de los observatorios más antiguos construidos por la humanidad, el Observatorio Astronómico Vaticano, dirigido por astrónomos jesuitas, según información de Catholic.net.
Por supuesto, esta colaboración está en marcha, y quien está a cargo de la investigación del asteroide es el jesuita Robert Macke, quien junto con la colaboración de la NASA se ha llegado a resultados sorprendentes.
Las investigaciones sobre el asteroide Bennu dicen que este tardará un poco más de 100 años para que alcance la órbita terrestre, incluso, descifrando aproximaciones de la fecha en la que puede que colisione con la Tierra, la cual sería el 24 de septiembre de 2182.