Se ha revelado una alarmante
alianza entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el cartel de los
Soles, presuntamente liderado por el régimen venezolano.
Estos grupos ilegales buscan
consolidar corredores de narcotráfico y refugios seguros a lo largo de la
frontera entre Colombia y Venezuela, especialmente en la región del Catatumbo.
La descomposición de la gobernanza en Venezuela ha permitido que estas redes
criminales se infiltren en las instituciones estatales, fortaleciendo su
presencia en los estados fronterizos como Apure, Táchira y Zulia.
La Dirección General de
Contrainteligencia Militar (DGCIM) estaría garantizando la impunidad de estas
redes, mientras que el cartel de los Soles ha evolucionado de ser un simple
financista de élites militares a una estructura sofisticada que colabora con
grupos armados colombianos.
Además, se ha identificado
una creciente cooperación entre el ELN y redes internacionales asociadas con
Hezbolá, involucrándose en actividades de lavado de dinero y exportación de
cocaína hacia África Occidental y Oriente Medio. Esta alianza criminal también
mantiene conexiones con el régimen de Irán, recibiendo apoyo financiero y
logístico.
En el terreno, la violencia
se intensifica en Arauca, donde el ELN ejecuta ataques transfronterizos y
disputa el control territorial en Catatumbo.
Es crucial que se
implementen sanciones internacionales y se fortalezcan las estrategias de
control territorial para combatir esta amenaza.
Petro no es Colombia, Petro no es Colombia, quede claro. Vergüenza.
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